Ir a trabajar en bicicleta

Trabajar en el centro de una ciudad supone pensar en la mejor forma de llegar a trabajar. El «puerta a puerta» en coche no suele ser muy viable, la moto sí que da esa opción, aunque normalmente se tira de transporte público.

Ahora que empieza el buen tiempo – ¡ojo!, que parece que en Donostia también, crucemos los dedos – aparece una nueva opción: la bicicleta. La gran olvidada. Hay muchas razones por las que a veces ni lo consideremos como opción. El mal tiempo, la distancia a recorrer, o simplemente, por no tener una bicicleta o dónde guardarla. Sin embargo, los pros son muchos más.

No vamos a descubrir nada diciendo que andar en bici es saludable, que ayuda al medio ambiente o que se ahorra dinero. De hecho, desde el inicio de la crisis su uso no ha parado de subir. Pero puede que no se tenga en cuenta, que yendo a trabajar en bicicleta también se ahorra tiempo.

El tiempo que se tarda en llegar a nuestro puesto de trabajo normalmente suele ser menor que con transporte público. Y qué decir del coche, que entre atascos y problemas para aparcar, el tiempo perdido se dispara.

Pero hay más. Puede que al día hagas hasta 4 trayectos entre casa y el trabajo. ¿Has pensado que realizando a diario esos 4 trayectos en bici, te puedes ahorrar el ir al gimnasio?

Y para cuando vuelva el mal tiempo, o incluso si el ir al trabajo en bici no es suficiente y necesitas más, si eres de Zarautz, te recomendamos el gimnasio y las clases de spinning de Spa Malecon Zarautz.

Red de bicicletas, bidegorris

Viendo el auge que está teniendo la bici, la red destinada a bicis está aumentando. En nuestro caso, tanto a nivel donostiarra, como a nivel guipuzcoano, los bidegorris siguen en aumento.

Cada vez son menos los trayectos en los que sea necesario utilizar la carretera. También van creciendo los tramos de 30 km/h, donde la bicicleta tiene prioridad.

Plano de bidegorris de Donostia. Foto: Ayuntamiento de Donostia.

Y si no tengo bicicleta, ¿qué opciones tengo?

La primera opción que te venga a la cabeza será la compra. Si optas por esta vía, comprar una bici de segunda mano puede ser una buena opción. Sobre todo si no vas a guardarla en casa. Los amigos de lo ajeno se fijarán menos si la bicicleta no acaba de salir de la tienda. Puede que encuentres alguna ganga, y además, dar una segunda vida a una bici de éstas puede ser muy satisfactorio.

Si eres de Donostia, una buena alternativa a la compra es el alquiler de bicicletas públicas dBizi que ofrece el Ayuntamiento. Por 40€/año, más tiempo de uso a precios muy reducidos, podemos disponer de bicicletas eléctricas que nos ayudarán a subir sin apenas esfuerzo las cuestas.

Arriaka se encuentra en el Coworking Donostia y aquí somos varios los que venimos en bici. Y sí, estamos muy contentos por ello. ¡Anímate!